
La compra
Pasó cerca de los contenedores de reciclaje. Alrededor de ellos había un montón de cosas depositadas. La gente las iba dejando allí porque ya no las necesitaba. Entre ellas había un televisor pequeño. El hombre se fijó en su forma y dedujo que debía ser de los años 90. Eso le trajo algunos recuerdos a su mente, algunos de ellos buenos y otros no tanto. El tiempo parecía haber pasado tan lentamente pero a la vez muy rápido. No podía explicar aquello y tampoco conseguía que nadie se lo hiciera entender.
Decidió no pensar más en aquello y siguió su camino hacia el mercado. No llevaba mucho dinero encima pero tampoco pensaba adquirir demasiadas cosas. Los años también le habían quitado poco a poco las ganas de comprar. Ahora ya se conformaba con lo que tenía y cada vez le tenía mas aversión a los grandes gastos. Cuando llegó a su destino se encontró justo con lo que esperaba. Mucha gente se arremolinaba en torno a los puestos. Se le ocurrió que tal vez podría volver un poco más tarde, cuando la mayoría de las personas hubieran abandonado el lugar. Al final prefirió hacer su compra en ese momento y terminar con la tarea lo más pronto posible.
Se hizo paso entre la multitud como pudo. Se dirigió primero a donde estaban los puestos de fruta. Allí cogió una dos manillas de plátanos maduros. De pronto se olvidó del resto de cosas que tenía que buscar. Se imaginó a su mujer regañándole cuando volviera a casa por hacer la compra a la mitad. Por ello, hizo un esfuerzo importante y trató de pensar en las cosas que necesitaban en el hogar. Recordó algunas y las demás las compró por intuición. Salió contento del mercado con su comprita, sacudiendo su bolsa.