
Infraestructuras
Todo lo que quedaba de aquella vivienda era una pared derruida. Varios trozos de pintura descascarillada se encontraban en el suelo. El resto de infraestructuras del lugar tampoco se encontraba en mejor estado. Se había pasado por situaciones muy difíciles en aquel pueblo desde su fundación, pero nunca para llegar al extremo de que absolutamente todas las personas decidieran abandonarlo. Se desencadenaron una serie de hechos que terminaron por destruir el tejido familiar, social y económico.
Algunos años después del abandono total, un grupo de gente llegó para intentar devolverle la vida al lugar. Traían buenas intenciones, pero con el transcurrir del tiempo fueron perdiendo el ánimo y al final desistieron. En el resto de la región todo el mundo conocía la historia y sabía lo que había pasado. Sin embargo, nadie parecía tener interés ninguno en darle la vuelta a aquella situación. En los demás pueblos las cosas andaban relativamente bien. Allí vivían algunos nietos de los que en su día habitaron el ahora desolado municipio. Tenían su familia y su vida hecha en esos sitios, así que no veían necesidad ninguna de trasladarse al donde vivían sus abuelos. Además eso supondría un gran esfuerzo. No era nada fácil comenzar a vivir en nuevo lugar, y muchos menos si había que reconstruir absolutamente todo.
La última esperanza para que aquel lugar recobrara su esplendor era un grupo de inversores que llegaron del extranjero. En principio, no tenían problema ninguno para financiar la reconstrucción de las infraestructuras. También tenían un plan para lograr una economía sostenible con distintos tipos de negocios. La gente de los otros pueblos miraban a aquellas personas con una mezcla de desconfianza y curiosidad. Al fin y al cabo, no era la primera vez que se intentaba algo así. Las demás veces habían fracasado, pero todo el mundo merecía una oportunidad.