El sofá
Pasaron por la tienda de los muebles porque querían elegir un nuevo sofá para su vivienda. Su intención era comprarlo lo más rápido posible, pero una vez que llegaron, se demoraron mucho más de lo esperado. Había muchísimos sofás con buena apariencia y una relación calidad-precio muy aceptable, así que les costó decidirse por uno. Finalmente, optaron por un que era relativamente económico y que según el vendedor resistiría bien el paso del tiempo. Pasaron por caja y eligieron la opción por la que el sofá sería llevado a casa por un camión de la tienda, pues en su auto no cabía.
Una semana después de haber comprado el sofá, este llego finalmente. Los repartidores los dejaron en la puerta del edificio, pues no tenían obligación de subirlo, según su contrato. La pareja llevó el mueble hasta el ascensor, pero descubrieron con desencanto que no cabía. Intentaron meterlo de pie, pero también era demasiado alto. No tenían mas remedio que subir cinco pisos con el sofá a cuestas. Ella se puso delante y el iba en la parte posterior. Antes de comenzar, acordaron parar en cada piso un poco para descansar.
El primer piso fue bastante bien, pues estaban frescos. El segundo piso resultó un poco mas duro, pero aún era soportable. El tercer piso fue agotador. Se dieron ánimos diciendo que solo quedaba la mitad. Hicieron lo que pudieron para subir cuarto piso. Cuando estaban llegando quinto piso estuvieron a punto de caer con el sofá, pero resistieron y llegaron. Estaban extenuados, pero contentos. Chocaron las manos. Ahora solo quedaba el último esfuerzo. Tenían que entrar el sofá en su vivienda por la puerta con cuidado de no deteriorarlo. Fue algo difícil, pues la entrada no era muy ancha. Las fuerzas les alcanzaron para llegar al salón con su ansiado mueble. Lo colocaron junto a una pared y se dejaron caer sobre él. Su cansancio era tal que ambos se dejaron dormir en el sofá.
