El dispositivo

El dispositivo. Imagen de OpenIcons en Pixabay
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El dispositivo

Mandó a todas las unidades que tenía disponibles a buscar el artefacto, pero aún así, estaban tardando en encontrarlo. Ella misma estaba empezando a dudar de si lo que estaban buscando existía de verdad, pero no dijo nada a sus hombres porque no quería que se desanimaran en la búsqueda. Trató de ponerse en lugar de aquel individuo para saber donde podría haber ocultado el explosivo. Supuso que estaría en el lugar más insospechado. Ya se habían abierto todos los depósitos de los inodoros, pero no había aparecido absolutamente nada. Las papeleras fueron registradas una a una y el resultado fue el mismo.

Se reunió con los otros superiores para examinar el plano del edificio una vez más. Todos coincidían en que la construcción había sido registrada palmo a palmo. Entonces, uno de ellos dijo lo que todos estaban pensando pero nadie se había atrevido aún a comunicar en voz alta. Según él, la información que recibieron sobre el artefacto podría ser falsa porque la fuente no era fiable. A la voz de aquel superior se unieron las de los hombres que acababan de volver del edificio. Afirmaron que habían vuelto a repetir la búsqueda en todos lo lugares tal como se les indicó, pero seguían sin localizar nada de lo que se les pedía.

Cuando los superiores estaban a punto de dar la orden para suspender la misión, ella se dio cuenta de que quedaba un pequeño lugar donde aún no habían estado: el cuarto de la limpieza. Los demás reconocieron que estaba en lo cierto. Una vez mas, mandaron a los hombres a localizar aquel dispositivo. No tardaron mucho en avisar de que lo habían encontrado. Se hallaba en el interior de una aspiradora. Según el análisis a primera vista de los que lo hallaron, el explosivo parecía tener un sistema que solo se activaría con un golpe en una zona específica.

Todo este les llevaba a creer que el criminal planeaba que la señora de la limpieza trabajase con su aspiradora como todos los días. Una vez que terminara, pulsaría el botón de recogido automático del cable y al llegar la parte del enchufe a su sitio, golpearía con fuerza suficiente como para activar el explosivo. Pero todo esto eran suposiciones iniciales, puesto que debía realizarse un examen mucho más exhaustivo.

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