Aspiradora
Se encontraba pasando la aspiradora en su cuarto. Este tenía un tamaño bastante grande, pero no lo aparentaba debido a la gran cantidad de cosas que habían dentro. El polvo se acumulaba rápidamente sobre cualquier objeto. Por ello, procuraba limpiar cada semana. De repente su aspiradora, ya bastante ruidosa de por si, empezó a sonar aún mas fuerte. Decidió apagarla por precaución. Abrió su compartimento y descubrió lo que se temía. La bolsa estaba completamente llena. Sacó de un armario una nueva. Le recortó la parte de cartón que encaja con el molde del aparato con unas tijeras para que pudiera entrar. La última vez que había ido a comprar unas bolsas se había equivocado de modelo, pero para no tener que ir a devolverlas se las apañaba así.
De repente se fijó en su teléfono, que estaba sobre su mesita de noche, y vio que tenía varias llamadas perdidas de su novia. También habían varios mensajes avisándole de que estaba en la puerta tocando el timbre. Con todo aquel ruido no se había enterado de nada. Decidió terminar con la limpieza y llamar a la muchacha. Tuvo que esperar unos instantes hasta que sonó la voz de ella por el teléfono. Se notaba que estaba algo molesta, aunque intentaba aparentar normalidad. Le explicó que estaba pasando la aspiradora cuando ella llegó, pero ella solo asintió. Le preguntó si todo iba bien, a lo que respondió afirmativamente.
Hacía tiempo que la joven sospechaba que él podía tener una amante. Esta última situación no hacía sino aumentar sus sospechas exponencialmente. Después de un silencio tenso, ella le dijo que tenía que terminar la llamada porque tenía muchas cosas que hacer y colgó. El joven se encogió de hombros. Se sentó en su escritorio y se puso a jugar online con sus colegas.
