Baladas para una despedida
En 2020 se tuvieron que aplazar muchas cosas debido a la pandemia. Entre ellas, los conciertos de despedida de José Luis Perales. Sin embargo, dentro de la negatividad que esto trajo, hubo algo positivo. En ese momento yo todavía me encontraba en Berlín y no hubiera podido asistir a ninguno de esos conciertos. Pero tras mi retorno a Canarias, la vida me dio una segunda oportunidad y no la he desaprovechado. Ayer fue una noche memorable para mi y para las personas que pudieron escuchar la afinada voz de de este compositor y cantante.
Cuando era niño me tocó cantar en un acto escolar un trozo de Que canten los niños y desde entonces la recuerdo siempre con mucho cariño. Otra de las composiciones que significa mucho para mi es la de Canción para la navidad. Llevo escuchándola desde que nací y me sigo emocionando cada vez que viene a mi memoria. Al igual que yo, todos los hispanohablantes conocemos una canción suya o alguna de las que ha compuesto para tantos cantantes. Y es que cincuenta años de trabajo dan para mucho.
A todos sus seguidores nos encantaría tenerlo eternamente en los escenarios pero lamentablemente, el tiempo pasa para todos. LLegó la hora del merecido descanso de este señor nacido en el pueblo conquense de Castejón. Sin embargo, seguirá escribiendo y componiendo. Además, su legado vivirá por siempre. Su contribución al mundo de la música ha conseguido elevar este noble arte hasta un lugar más allá de lo imaginable. Desde este humilde espacio quiero agradecer a Don José Luis Perales y a sus músicos que hayan hecho el esfuerzo de acercarse hasta Tenerife para maravillarnos una última vez con sus melodías y le deseo a él que disfrute de la compañía de su familia, que al final es lo más importante para todos nosotros.