Adolescencia programada
Una parte de la población piensa que existe un destino para cada uno y que nadie puede escapar de él por mucho que lo intente. Otro porcentaje de personas argumenta lo contrario al sostener que no estamos predestinados en absoluto y que todo lo que hacemos en la vida depende únicamente de nosotros. Existen un tercer grupo que combina las dos formas de pensar expuestas previamente. Según estos últimos, hay una serie de cosas que no podemos controlar pero si es posible que tengamos influencia en ellas y las modifiquemos ligeramente.
Si analizamos a distintas generaciones de personas, podemos darnos cuenta de que hay ciertos patrones que se repiten a a través del tiempo, independientemente de la clase social o del nivel económico. Esto llama la atención especialmente en la etapa conocida como adolescencia. Los jóvenes se rebelan contra sus padres y contra el entorno que les rodea. Muchos adquieren ideales que les llevan a intentar modificar los sistemas establecidos. La mayoría de ellos van abandonando la lucha a medida que se hacen mayores porque asumen que no es posible llevar a cabo todo ese tipo de cosas. En esta fase de la existencia se usan con frecuencia las palabras madurar y sentar cabeza. Sin embargo, una pequeña parte de personas mantendrán la esperanza de lograr algo diferente y continuarán luchando por ello durante el resto de su vida.
Es obvio que este tipo de comportamientos por parte de unos y otros se repite de generación en generación. También podemos ver esto reflejado en el tema de las drogas. La ilusión de probar cosas nuevas lleva a muchos jóvenes a meterse por el camino de dichas sustancias. Casi todos irán dejándolas de lado con los años o las consumirán esporadicamente, pero quedará un reducido grupo que pasará el resto de sus días bajo la influencia dichas sustancias sin lograr el control sobre ellas. Esto prueba de que muchas novedades que se perciben en la juventud son solo nuevas para los que son jóvenes en ese momento. Sus padres, abuelos y bisabuelos ya experimentaron esas sensaciones con anterioridad. Es algo así como una adolescencia programada.