28 de Diciembre. Josephine Cochrane patenta el lavavajillas

Abel/ diciembre 28, 2019/ Historia, Tecnología/ 0 comentarios

EL 28 de Diciembre de 1886 Josephine Garis Cochrane registró la patente que la acredita como la creadora del primer lavavajillas funcional de la historia.

Los inicios del lavavajillas

Josephine Cochrane y su marido llevaban una intensa vida social. Tenían por costumbre organizar cenas en su mansión, pero sus sirvientes solían deteriorar o romper directamente los platos de su vajilla de fina porcelana al lavarlos. Esto provocó que ella misma se dedicara a esta dura tarea, con el esfuerzo que esto suponía.

Anteriormente se habían producido varios intentos previos de fabricar un lavavajillas, pero ninguno de ellos logró funcionar. Por ello, Cochrane empezó a disenar el suyo propio. Después de la repentina muerte de su esposo, Cochrane quedó con muchas deudas y muy poco dinero. Estos fueron los motivos que llevaron a Cochrane a construir una máquina que fuera capaz de lavar los platos por si misma y que fuera viable comercialmente.

Cochrane contrató a George Butters, un mecánico local que trabajaba en el Ferrocarril Central de Illinois. Este le sirvió de apoyo en sus diseños, los cuales realizaba en el cobertizo de su casa de Shelbyville.

Innovación

La máquina que fabricó Cochrane era un lavavajillas mecánico manual. Cochrane midió los platos y fabricó compartimentos de alambre para colocar platos, platillos y tazas. Los puso dentro de una rueda que estaba dentro de una caldera de cobre. La rueda giraba, impulsada por un motor, y el agua con jabón caía sobre los platos para limpiarlos. Esta fué la primera vez que se empleaba agua a presión para tal uso en una máquina.

En 1886 Cochrane patentó su diseño y comenzó a hacer unidades para sus amistades. La máquina era conocida como Lavavajillas Cochrane. También promocionó las máquinas en los periódicos locales y fundó la Garis-Cochrane Manufacturing Company.

Presentación mundial y expansión

Cochrane presentó su épico modelo en la Feria Mundial de Chicago de 1893, en el que consiguió ganar un premio por su durabilidad y su diseño. A pesar de ser una máquina realmente efectiva, al principio solo hoteles y restaurantes grandes se interesaron por ella. Sin embargo, poco a poco empezó a suplir una demanda creciente de compradores entre los que se encontraban hospitales, universidades y amas de casa.

A partir de 1897 la empresa pasó a llamarse Cochran’s Crescent Washing Machine Company. En este mismo año Cochrane montó su propia fábrica, en la que trabajaban tres empleados, siendo Butters el mecánico jefe.

Cochrane mantuvo su empresa hasta 1913, año en el que falleció. La compañía que fundó fué comprada tres años después por la empresa llamada The Hobart Manufacturing Company. Dicha firma introdujo los lavavajillas domésticos en 1949 bajo la marca KitchenAid, que ahora le pertenece a Whirlpool Corporation.

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