23 de Junio. Se patenta la primera máquina de escribir funcional
El 23 de Junio de 1868, Christopher Latham Sholes, Carlos Glidden y Samuel Willard Soulé patentaron una máquina de escribir. Muchas personas ya habían inventado aparatos con el mismo objetivo antes de esta fecha. Sin embargo, la versión de estos tres inventores fue la primera en ser verdaderamente funcional.
La idea de la máquina de escribir
En su trabajo como periodista, Sholes sentía la necesidad de crear un ingenio para no tener que escribir los periódicos a mano. Además, quería facilitar la comunicación entre las personas. Cuando vivía en la ciudad de Milwaukee, Sholes solía pasar parte de su tiempo en una tienda de máquinas. Esta servía de lugar de reunión y taller para inventores aficionados. En este lugar, el periodista descubrió que el abogado Glidden también compartía sus inquietudes. Al proyecto se sumó el dibujante e ingeniero civil Soule.
La primera máquina funcional
En otoño de 1867, los tres inventores lograron crear una máquina funcional. Básicamente, consistía en una letra tallada en una barra de metal corta que se movía hacia arriba y golpeaba contra una placa de vidrio. El empresario James Densmore financió varias máquinas para probarlas. Después de ver los resultados, decidió que eran necesarios ciertos cambios para que el proyecto fuera viable. Una de las exigencias era que la máquina tenía que acomodar papel más grueso y de mayor calidad. Esto llevó a Sholes a desarrollar una pieza cilíndrica para aguantar el papel y la cinta entintada. Dicha cinta quedaba ubicada entre la letra tallada y el papel. Una vez realizadas las modificaciones pertinentes, el ingenio se patentó en Junio de 1868.
El teclado Qwerty
Tras trabajar con numerosos prototipos de máquinas de escribir, Sholes había aprendido que si colocaba las letras del teclado en orden alfabético, las barras de metal chocaban y se atascaban. Las colisiones se producían debido al uso frecuente de las letras combinadas, que se traducía en que dos barras conjuntas se movían casi al mismo tiempo y en el mismo espacio. Por esta razón, decidió crear un teclado que mantuviera las combinaciones de letras separadas. Una vez que Sholes vendió su máquina al fabricante Philo Remington, los ingenieros de esta empresa realizaron algunas mejoras y colocaron en el teclado en la famosa disposición Qwerty. Esta se estandarizó y se ha mantenido hasta nuestros tiempos con pocas variaciones.
Oportunidades laborales para las mujeres
Antes de que surgiera la máquina de escribir, las escuelas de negocios solo entrenaban a hombres como secretarios. A pesar de las ventajas del aparato, dichos secretarios prefirieron seguir con la comunicación y la correspondencia a mano porque consideraban que era más elegante. Por esta razón, los fabricantes de máquinas de escribir capacitaran a las mujeres como mecanógrafos y se popularizó la oferta en la que las empresas ofrecían una máquina y una escritora para cada cliente.